Cebichería de Don Rivero. Interior. Día.

Voy a invitarles algo a Joe y Junior, hemos salido del estadio, hablamos sobre todo, el día anterior también fuimos, esta vez le toca invitar a Junior. Llamamos a la señora que atiende.

Junior: Creo que ahora pediremos una porción más grande.
La señora se acerca, nos mira, la miramos, nos mira.

Señora: Hola ¿sí?
Yo: Queremos a ver una fuentecita de Calamar como la de ayer.
Señora: La de ayer no fue fuentecita, fue plato, comieron los tres de un solo plato, nada se habrán llenado.

Yo: Bueno... a ver fuentes de qué precio tienen.
Señora: Hay fuentes de cuatro, de ocho y de diez soles
Silencio.

Junior: Bueno entonces traiga una de...
La señora nos da la espalda, se va, atiende otras mesas, se ríe con la gente, nos mira, la miramos, regresa.

Señora: A ver, ¿ya decidieron?
Junior se queda mirando a la mesa de al lado, cuatro señoras comen de una fuente que se ve apetecible, comen, se ríen, se toman foto.

Junior: Señora, queremos  una fuente como esa... esa cuesta cuatro, ocho o diez soles... cuánto está.
Señora: Esa cuesta quince.
Yo: Total, ¿no había solo de cuatro, de ocho y de diez?
Señora: Sí, pero también hay de quince.
Junior: Entonces tráiganos una de esas.
Señora: Ya no hay, ahorita solo hay de cuatro, ocho o diez soles.

Siempre me topo con gente así...