Mentiras piadosas.
Posted by luis | Posted in | Posted on 10:59:00 p. m.

Uno podría decir que es bacán salir solo todos los fines de semana. Lo cierto es que a veces, mirar cómo las burbujitas de gas revientan en tu vaso de cerveza sin tener compañía molesta un poco, al menos hasta que te embriagues y sientas que sería mejor ir a casa.
Uno podría decir que cuando prometió hacer ejercicio todas las mañanas, no contaba con que el clima juegue malas pasadas y que tiene mucha facilidad para resfriarse. Lo cierto es que hay algunos días cuando la motivación aparece, las ganas son un triste recuerdo y la bicicleta recién comprada se parece más a un mueble nuevo.
Uno podría decir que intenta siempre ser de lo más formal y educado. Lo cierto se daría cualquier cosa por tener el mismo éxito que el tipo estúpido vacío y fácil que se acaba de ir de la fiesta con la chica que te gusta, mientras sigues en el patético intento que alguien escuche tu opinión sobre el último libro que leíste.
Uno podría decir que no saldrá con nadie en año nuevo por que no tiene ganas. Lo cierto es que a) no hay con quien salir, el esfuerzo por conseguir a la rocanrolera/lectora/bohemia/ ha fracasado una vez más b) no hay nada que celebrar, c) ¿Qué celebra la gente en año nuevo?
Uno podría decir que hay días difíciles en los que nada sale bien. Se quema el fusible de la therma, la ex novia no contesta el milésimo mail, el equipo baja de categoría, el USB donde guardaste el trabajo se llena de virus, la inspiración se ha largado a un lugar oscuro. Hay días difíciles dices, dices, lo cierto es que todo te lo mereces.
Uno podría decir que hay días más difíciles que los días difíciles y que no tendría problemas en meterse 10 y 12 Diazepán con un chorrito de ron. Lo cierto es que hasta para hacer eso se necesita estilo y por ahora ni estilo, ni decisión, ni plata para comprar la pepa, ni ganas de preguntar si la venden sin receta.
Uno podría decir que desconectará el teléfono el viernes, que no quiere salir, que ya basta. Lo cierto que a las once de la noche terminará llamando a alguien para salir a medianoche y tomar todo el alcohol que pueda, hasta que sin querer sean las seis de la mañana. El sentimiento de culpa y resaca volverán más fuertes que el domingo pasado.
Uno podría decir que no necesita de nadie y que se banca los problemas solo. Lo cierto es que cuando más dices eso, más necesitas de alguien que se haga cargo de tus noches bohemias, de las películas que no entiendes, de tu cuarto desordenado, de tus decisiones inseguras, de algunos ojos para leer caligrafía mala.
Uno podría decir que tiene cierta habilidad para escribir, y hasta se anima a crear su blog, y hasta podría imaginarse que actualizarlo es como un trabajo. Lo cierto es que ni habilidad para escribir, y hasta ganas de cerrarlo a veces, de no ser por la maldita cantidad de palabras y ensueños que se reúne en el cerebro y a veces no deja dormir.
Uno podría decir que se olvidó de la esa mujer que por tres años le quitó el sueño...pero que ahora más que nunca penetra en cada pensamiento.
O tal vez podríamos decir que la mentira más piadosa es existir. ¿Somos una mentira? Usamos caretas de vez en cuando y dibujamos sonrisas, rompemos el silencio con la risa, ironizamos con gestos, bailamos, etc. ¿No será que lo hacemos para no sentir que la vida hace todo aquello con todos nosotros?