Alguien ha olvidado un usb conectado a la máquina que ahora alquilo en la cabina de Internet. Termino de enviar mis correos y de puro chismoso me pongo a revisarlo. Hay información valiosa de una empresa grande. La chica que atiende el negocio me pregunta si voy a dejar el usb por si el dueño regresa. Le doy mi número. Si alguien vuelve a reclamarlo, que me llame.
Llamo por el usb, dice una voz en mi teléfono. Se nota preocupado, Hermanito, gracias por recogerlo, tenía toda la información de mi chamba ahí. Le digo que ho hay problema, no lo he abierto ni nada. Su casa queda cerca de la mía, quedamos en encontrarnos de noche. Asi fue, devolví el usb, me dio la mano, me dijo que me llamaba pronto para celebrar y desapareció. Hasta ahorita estoy esperando el ceviche que me prometió.
Algo me decía que no debí llamar a Karla, ni al día siguiente de conocerla en la discoteca, ni después de cruzarme con ella en la calle ni nunca. Pero me gustaba pues, e idiotamente pensaba que algo podría suceder entre nosotros, total me contó que le gustaba leer, así que teníamos algo en común. Un timbrazo. Dos. Nada. Mejor cuelgo, mejor no. De pronto su voz.
¿Hola… Karla?, te habla Luis, el pata que conociste el sábado en la discoteca. Silencio. Ahorita me corta, pienso. Ahhh el Luis de la discoteca, disculpa amigo, la verdad que con esto de los exámenes estoy distraída, cómo estás, oye que bueno que llamas, justo estaba tratando de ubicarte, oye un favor ¿tienes el teléfono de tu amigo Diego el que estaba contigo esa noche?
Noche de tragos con Iván, Lucho y Noel. Ron, cerveza y mi capacidad para hacer bromas pesadas. Quién iba a imaginarse que todo se iba a joder cuando se me ocurrió hacer chacota con el personal de seguridad del local. En cinco segundos un tipo que era del color de la noche y medía cinco metros y medio se acercó a la mesa, me dio la mano para advertirme que a la próxima me sacaba la mierda.
De nada sirvió tratar de explicarle que estaba borracho, que no había sido mi intención. La risa de mis amigos no me permitía pensar. Mi vida acababa de pasar completita frente a mis ojos, no una vez, sino dos o tres, la borrachera se me quitó en cuatro segundos. Mis amigos no me dejaron huir del local ¿quién iba a hacer de payaso si yo me iba?
Me he sentido idiota cuando me acordaba de todo esto que he contado. Me siento idiota cuando el papel parece nunca tener fin y las ideas no pasan de dos líneas. Me dan ganas de agarrármela a puñetazos contra la laptop a ver si las ideas vienen, pero me contengo, supongo esperando que las ganas de capturar los ojos de alguien que lea mis garabatos aparezcan denuevo. No te rindas me dice una voz mientras le pongo el punto final a esto.
¿Te has sentido idiota alguna vez amigo que nos acompañas? Cuenta pezweon. La canción es "Mad Season" de Match Box 20.
Llamo por el usb, dice una voz en mi teléfono. Se nota preocupado, Hermanito, gracias por recogerlo, tenía toda la información de mi chamba ahí. Le digo que ho hay problema, no lo he abierto ni nada. Su casa queda cerca de la mía, quedamos en encontrarnos de noche. Asi fue, devolví el usb, me dio la mano, me dijo que me llamaba pronto para celebrar y desapareció. Hasta ahorita estoy esperando el ceviche que me prometió.
Algo me decía que no debí llamar a Karla, ni al día siguiente de conocerla en la discoteca, ni después de cruzarme con ella en la calle ni nunca. Pero me gustaba pues, e idiotamente pensaba que algo podría suceder entre nosotros, total me contó que le gustaba leer, así que teníamos algo en común. Un timbrazo. Dos. Nada. Mejor cuelgo, mejor no. De pronto su voz.
¿Hola… Karla?, te habla Luis, el pata que conociste el sábado en la discoteca. Silencio. Ahorita me corta, pienso. Ahhh el Luis de la discoteca, disculpa amigo, la verdad que con esto de los exámenes estoy distraída, cómo estás, oye que bueno que llamas, justo estaba tratando de ubicarte, oye un favor ¿tienes el teléfono de tu amigo Diego el que estaba contigo esa noche?
Noche de tragos con Iván, Lucho y Noel. Ron, cerveza y mi capacidad para hacer bromas pesadas. Quién iba a imaginarse que todo se iba a joder cuando se me ocurrió hacer chacota con el personal de seguridad del local. En cinco segundos un tipo que era del color de la noche y medía cinco metros y medio se acercó a la mesa, me dio la mano para advertirme que a la próxima me sacaba la mierda.
De nada sirvió tratar de explicarle que estaba borracho, que no había sido mi intención. La risa de mis amigos no me permitía pensar. Mi vida acababa de pasar completita frente a mis ojos, no una vez, sino dos o tres, la borrachera se me quitó en cuatro segundos. Mis amigos no me dejaron huir del local ¿quién iba a hacer de payaso si yo me iba?
Me he sentido idiota cuando me acordaba de todo esto que he contado. Me siento idiota cuando el papel parece nunca tener fin y las ideas no pasan de dos líneas. Me dan ganas de agarrármela a puñetazos contra la laptop a ver si las ideas vienen, pero me contengo, supongo esperando que las ganas de capturar los ojos de alguien que lea mis garabatos aparezcan denuevo. No te rindas me dice una voz mientras le pongo el punto final a esto.
¿Te has sentido idiota alguna vez amigo que nos acompañas? Cuenta pezweon. La canción es "Mad Season" de Match Box 20.


