Siempre hay una manera.

Posted by luis | Posted in | Posted on 2:19:00 a. m.

4



Debe haber alguna manera de impedir que bese a Karla cada vez que la vea y me decida de una buena y puta vez ser su amigo. Nunca fui bueno para tener amigas. Ella es una buena opción. Ser amigos, compartir cosas sin que eso signifique contarle mis secreto, y si alguna vez si todo se jode y nos hacemos enamorados, pues bueno.

Eso no pasó con J. debe haber alguna manera de acercarme nuevamente a ella y sacarme de una buena vez esta nostalgia que me tiene tan pendejamente confundido cada vez que pienso en sus labios. Mandarle un correo electrónico no va a servir, la última vez le respondí mal un correo donde me saludaba por mi cumpleaños. Borré su número de mi agenda además.

Debe haber alguna manera para dar la impresión de ser un tipo seguro de mí mismo. mis nervios siempre me traicionan. Como cuando conocí a Janis en el cumpleaños de Marcela, la esposa de mi amigo Pedro. Llegué tarde y solo, la amiga con quien iba a ir me dejo plantado como siempre.

En fin, Janis estaba en las mismas que yo, salvo que a ella se la nota tan segura. Trabaja en una empresa grande de mi ciudad, por alguna razón, que atribuyo al alcohol, le parecí un tipo para conversar un rato que se prolongó durante toda la fiesta. Pedro me jodía con eso de sácala a bailar, no seas huevón, pero entre la duda y tomarme un trago, elegí lo segundo.

Para no quedar mal, la saqué a bailar una salsa, a ella le gusta la salsa y cuando ando medio borracho bailo bien, pero sigo haciendo estupideces, sin saber cómo la lata de cervez que iva a abrir se me cayó de la mano. No vidriso que limpiar pero tuve que beber rápido la espuma que salía a presión del maltido cilindr. Janis no le iba a dar su número a un tipo así. No me lo dio.

Debe haber alguna manera para evitar que las palabras que dice Sofía no me dejen dormir. Siempre tiene frases de ese tipo, por eso quise evitarla cuando la vi en la plaza de armas anoche, pero es casi imposible escapar de ella, así como es imposible también que no terminemos en el Mc Cuys ecuchando al mismo grupo de covers y conmigo contándole por enésima vez los líos que me hago a veces gratuitamente.

Hasta Sofía se ha cansado de mis ganas de besarla mientras le hablo de otras chicas. Antes no le importaba, pero anoche por fin sucedió lo que le hice jurar que nunca iba a suceder. Imagino que mientras se levantaba de nuestra mesa para pagar su Cuzqueña de trigo tuvo ganas abofetearme mientras le pedía que se quede por favor. No más, Noelito, dijo y se fue.

Me quedé diez minutos más en el bar. Que Sofía me abandone es demasiado. Son sus palabras las que no me abandonan: déjate de huevadas, Noel, la vida no va a esperar a que seas Jimmi Hendrix, o Saramago o quien carajos quieras ser. Si quieres hablar con J, pues hazlo, si quieres andar sin rumbo por aquí, no te voy a acompañar, pero si te quieres desahuevar, como te digo, fíjate un punto y síguelo, pero no vengas todos los fines de semana con el mismo cuento.

La vida te cobra Noel, me digo mientras trato de concentrarme en la vía y no estrellarme en la bicicleta. Debe haber una manera para evitar todo esto. Debe haber una puta manera, más que todo, por que si el amigo destino se anima alguna vez a plantarse frente mío y cobrar todo lo que le debo, no tendré con qué pagarle. Nunca tengo con qué pagar.


la sinceridad está sobrevalorada

Posted by luis | Posted in | Posted on 4:35:00 p. m.

4



30 de diciembre. Vago por el Kinde sin saber qué diablos hacer para el fin de año. Un par de rostros se hacen conocidos. Sí, es Karla. Yo te imaginaba en Cuzco, qué haces acá, pregunto. Me cuenta que se iba a ir, pero algu de último minuto apareció y aquí me tienes, de regreso y trabajando. Oye me tengo que ir, pero llámame pues, tú tienes mi número, a ver si salimos.


Dudo entre mentirle que la llamaré o decirle la verdad: he borrado su teléfono de mi agenda. Cuando le pido nuevamente su número, su carara ya se había transformado en resentimiento puro. Pero si nunca me contestabas, y además te habías ido, intento defenderme, le pido su número otra vez. Ella me da la espalda y desaparece de mi vista.

¿Yo te gusto? Me pregunta Sofía luego de besarme rápido, en los labios y cuidando que Guillermo, su novio, no se de cuenta. Le respondo que sí, pero no me cree. Le repito que me gusta, pero que somos amigos, en realidad no me gusta, pero no soy tan estúpido para decirle lo contrario, opto por el recurso de que la amistad es más valiosa que todo.

Aguanta mis explicaciones mirando al suelo. Qué lástima por ti, eres un buen amigo que me provocaría violar de vez en cuando y con un par de tragos de más, alcanza a susurrar antes de que Guillermo se acerque a nosotros con su andar de pitufo tontín (así tontín y todo estuvo a punto de embarazarla dos veces) y nos invite a tomar una copa más.

Noel, en tu reporte faltan dos entrevistas, ¿qué ha pasado? Pensaste que no se iba a dar cuenta, pero ahí está tu jefa retando a tu capacidad para inventar historias. Justo a ti, al tipo más creativo del equipo no se te ha ocurrido nada. Ni un solo pretexto que te salve de esta cuando más lo necesitas. Piensa Noel… piensa por la puta madre.

Pudiste decirle que ya están sistematizadas pero que olvidaste el usb en casa o que enviaste el archivo por correo, pero que hay problema con la versión del documento. Tu pinta de chico bueno pudo más: le contaste que no habías terminado el trabajo. Te escucho y volvió la vista a su reporte. No puteo, no dio prórroga para tu presentación. No dijo nada. Hubieras preferido que te putee. Al menos así sabrías que está pensando. Sabes que piensa Este es un huevón.

Hay luna llena en la noche de fin de año. La luna llena es una razón más para que me beses, le digo a Jen en un intento patético de conquista. Jen me besa y me pide que la llame al día siguiente. Noel me llama desde otra fiesta, Vente huevón, está chévere el ambiente. Son las cinco de la mañana, No vayas, me pide Jen, algo malo puede pasarte, la gente está muy borracha ya.

Es el primer día del año. La cabeza me estalla, tengo sed. Quiero vomitar. No recuerdo quién ha pagado el taxi hasta mi casa. En lugar de pulserita que Jen me ha regalado está el sello de el Ovni, no debí ir a la otra fiesta, no debi perder la pulsera. Podría decirle que la tengo guardada, pero ella siempre se da cuenta cuando miento.

Hace dos días que Jen no me contesta las llamadas. He intentado explicarle que esas cosas siempre pasan, que no ha sido mi intención perder la pulsera, que de repente la tiene Noel, por algún motivo debí habérsela prestado. Se me ha acabado el repertorio de mensajes de voz. Aparece un mensaje en mi teléfono móvil. La pulsera era de su abuelo. Baboso te odio.

Es cuatro de enero. Jen sigue como desaparecida y Karla ha fingido no reconocerme en la calle. Sofía me sigue enviando su cuerpo desnudo a través de correos electrónicos. Y yo sigo caminando a ciegas con mi vida a cuestas. A penas estoy seguro de algo 1) Mi capacidad para hacer/decir estupideces sigue intacta. 2) Las mentiras piadosas funcionan a veces. 3) la sinceridad está sobrevalorada.

ESTE POST ESTÁ DEDICADO A UNA COMENTARISTA ANÓNIMA QUE ME DEJO UN MENSAJE EN EL ANTERIOR POST (QUIEN DIABLOS ERES). espero conocerte un día... te debo un abrazo.