Uno. Si la niña te dice que está sola, tiene novio. Rubia, casi rubia o el color de pelo que quieras ponerle o que te guste más. ¿No te parece que es muy raro que ande sola? Qué, ¿fue tu día de suerte cuando la conociste? ¿Le vas a creer? Lo más seguro es que tenga algún secreto escondido, secretos de tipo “Ay, es que no sabía como decirte”. Avisado estás.

Dos. Si dice "Probemos con salir un tiempo a ver que pasa", no te está tomando en serio. Si quisiera estar contigo, hace rato habría mandado al carajo a su familia, amigos o a quien fuera que hable mal de ti. No existe el “a ver que pasa”. Está haciendo tiempo hasta que su ex o bien la reconquiste o bien se aleje. Y bueno según el resultado se irá contigo o sin ti.

Tres. De nada sirve borrar su número, te lo sabes de memoria. Y sí. Hay que aguantarse como macho en las tardes de domingo cuando la soledad ataca, hay que luchar para que las pocas neuronas lúcidas que quedan luego de una noche de juerga nos hagan entrar en razón y no marcar su número en la madrugada para decir cosas que luego ni nos acordamos.

Cuatro. Los buenos recuerdos no se borran con los mensajes de texto. Esta tiene que ver con la número tres. Ni lo intentes hermano. Lo mejor es no pensar en el pasado, no pensar en ella o tratar de pensar en alguna manera de no pensar en ella. Olvídate de todo, ella se ha olvidado ya, no hay pretexto para quedarte enganchado con alguien que no va a volver.

Cinco. ¿Crees que ella te llamará? JAJAJAJAJAJAJAJAJ. Así de sencillo y claro. Si te ha dejado, no tiene intención alguna de conversar contigo, y, vamos, es demasiado patético que continúes llamando desde un teléfono público y colgando apenas conteste. Acertaste, ella sabe que eres tú y no le está gustando. Déjate de tácticas adolescentes. Hazme caso.

Seis. No le creas. Si dice que lo mejor para los dos es separarse, no le creas. Es lo mejor para ella, ni siquiera ha pensado en ti. Si te dice que te quiere pero no hay manera de encontrar soluciones, no le creas. Si te quiere, siempre hay manera. Si te dice que estará pendiente de ti, no le creas. Desde este momento has pasado a ser el señor invisible. Mucho gusto.

Siete. Cosas claras, siempre. Si confiesa que está confundida, regálale cualquier libro de autoayuda con esta dedicatoria: “X, espero que tengas las cosas claras pronto y si eso sucede, número es…” La paciencia está sobrevalorada y en este caso solo funciona como un cheque en blanco para que su jodido ego aplaste sin miramientos tus ganas de no sentirte solo.

Ocho. No lo digas todo, no lo regales todo. Tranquilízate si es que la ves pensativa. Ahórrate el preguntarle qué le pasa, pues posiblemente la respuesta no te va a gustar. Si no quiere hablar, pues bésala. Si te mira de modo serio y dice que quiere hablar, bésala. Si sabes que te va a dejar, intenta arrojarle un salvavidas más a la relación, y bésala. Total, ya nada importa.

Nueve. La vida no es una película independiente. Ella no es la chica que te ha regalado el destino, ella no estaba esperando conocerte, ella no tiene la misma intención que tú de encerrarte en su habitación hasta que la pena pase. Ella no se siente dentro de una película de Woody Allen. Ella no está sufriendo. Hazme caso.

Diez. Sobrevivirás, hermano. Los libros que leíste, las historias, las uvas congeladas, el rito semanal de ir al sicólogo y salir pensando que todo está bien y sonriendo, la sonrisa de la chica del gimnasio que te hace sonrojar, los discos raros que consigues, el recuerdo de buenos momenos, todo eso ayuda. Eres más que alguien que te abandona. Sobrevivirás, hermano.

¿Qué lección podrías aumentar estimado lector? la canción es del maestro Noel... espero os guste.