Odio el fin de año

Posted by luis | Posted in | Posted on 5:30:00 p. m.

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Odio el fin de año, odio las fiestas de año nuevo, por que nunca tengo ni pareja para salir, ni planes de para ir a ningún lado. Ya cuando dan las doce, tengo que soportar a las miles de parejas que desfilan frente a mi casa gritando sus planes, mientras espero que mi mejor amigo termine de quemar su muñeco de año nuevo, para acompañarlo a caminar por la ciudad sin rumbo fijo buscando fiesta barata.

Y como dice la canción de Sabina. Y nos dieron las diez y las once, las doce la una, las dos y las tres, y seguramente seguiré caminando, envidiando a uno que otro gringo en su carrazo, con música a todo volumen, (niña rubia y bonita, sentada al lado, sonriendo, cerveza en mano) para que todo Cajamarca lo vea. Rogaré que amanezca pronto y que a ese gringo sonso le de una intoxicación de los mil demonios por tomar trago bamba.



Ojala pues, que este fin de semana, cuando vaya al bar de siempre, a tomarme mi litro de cerveza acostumbrado, conozca a una chica de buen conversar, que, ojala no sea mucho pedir, no tenga nada planeado para fin de año, y me anime a preguntar así como quien no quiere la cosa, si quiere salir conmigo en fin de año, es verdad que recién la conozco, diré, pero me gustaría mucho que diga que sí. Ojala que la encuentre y diga sí.

Odio el fin de año, odio las fiestas de año nuevo. No sé que maldición cargo conmigo, pero suele suceder que, si es que raramente tengo que hacer por esas fechas, todos mis planes se van al diablo, por que a mis condenadas amalgamas dentales no se le ocurren mejor momento para desencajarse alegremente, dejando tremendos forados en mi ya debilitada dentadura.

No me queda más remedio que “mascar por el otro ladito” como dice mi mamá, mientras espero que en los días siguientes le pase la resaca a mi dentista para poder solucionar mi problema. Demás está contar lo extraño, por no decir lo menos, que es pasar una fiesta de año nuevo, con tu lengua sintiendo un huecazo entre tus dientes, y, lo que es peor, tomar poca cerveza por que el líquido helado provoca un dolor horrible.

Ojala pues que esto ya no pase el 2008. Ya no me hago ilusiones para este año. Mientras estaba escribiendo, sentí cómo el último de los dulces navideños que le había robado a mi primo, se pegó malignamente a una amalgama ya antigua y la arrancó para hacerme sentir el paso, y el peso de las maldiciones. Ojala que mi dentista no tome demasiado este fin de semana, el año pasado desapareció por una semana de su consultorio.

Odio el fin de año, por que me pone de mal humor el olor a llanta quemada, por que todos, sin excepción nos hacemos promesas que rara vez cumplimos, por que nadie sabe qué es exactamente lo que está celebrando, pero igual sale a celebrar, por que nadie se encarga de recoger a los borrachos que quedan regados por las calles, sin dinero, sin cerebro, sin ganas de una buena ducha.
Ojala pues que el otro año no tenga 31 de Diciembre. Así me evito pensar que no tengo pareja para salir, que pensándolo bien no tengo nada que celebrar. Ojala pues que mi novia fugitiva aparezca de una buena vez y que el tiempo borre las heridas que sin querer marcaron nuestro destino.

Deseos para el 2008 (deseos nomás)

Posted by luis | Posted in | Posted on 4:41:00 p. m.

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Que Joaquín Sabina haga un concierto en Cajamarca.
Que alguien le regale una cámara fotográfica a Gianmarco para que se tome las 14567567 fotos que le gustaría que le tomen y no escriba más libros.
Que el UTC Campeone en la segunda profesional.

Que Alianza campeone en la profesional.
Que Boca Juniors campeone en la Libertadores, sudamericana, mundial de clubes e copa interplanetaria.
Que mi blog sea el más visitado del país Que aprenda a diagramar. algunos de estos son mis deseos para el fin de año.




Que pueda trabajar en lo que me gusta.
Que mis deudas desaparezcan como por arte de magia.
Que Saramago escriba uno o dos libros más.
Asistir al taller de creación literaria de Rosa Montero.
Aprender a tocar la guitarra (bien).

Escribir mi primer libro.
Que la gente compre mi primer libro.
Jugar en la primera división de Alianza.
Hacer un gol con el plantel profesional de Alianza.
Tener suficiente dinero para comprar más libros.

Ser tomado en serio por la gente de la calle, mi familia y mi chamba (en ese orden)
Sabina dice: definitivamente envejezco sin madurar. Yo quiero madurar sin envejecer.
Tener el ingenio de Saramago para escribir.
Aprender a montar caballo.
Aprender a bailar marinera (sin necesidad que se acabe el tono y/o esté borracho).

Que mi gusto por la soledad disminuya un poco más.
Que mi gusto por la bohemia, aumente un poco más.
Que la sopa de verduras desaparezca de todos los menú a nivel mundial.
Que haya cosecha de uva todo el año.
Que comer tanta uva no me haga daño.

Pasar mi cumpleaños con la gente que se acuerde que es mi cumpleaños.
Que se produzcan más películas independientes.
Que Luis Fonsi, pierda la voz y no cante nunca más
Que lo mismo le pase a Gianmarco.
Que no cierre la cebichería de mi mejor amigo.

Que Gustavo Cerati vuelva a Lima
Que Alonso Cueto firme los libros que compré
Que al menos (una vecita nomás) la chica que me gusta me conteste el teléfono
Conocer un buen amor, que me regale una canción sin amor, sin dolor, que me regale una canción sin fin.

Buenos Días

Posted by luis | Posted in | Posted on 5:22:00 p. m.

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No hay manera viejo. No se puede hacer nada con el corazón. Juan Ramírez, estás mintiendo. Tienes miedo, te asusta. Tienes miedo. Toda una vida caminando por el pasillo gris para no hacer nada, para ser suplente. Nunca te gustó la tele, preferías siempre la radio. Ahora te escuchan todos Juan Ramírez y lo único que se te ocurre es decir que tu corazón tiene la culpa. Que patético. Entra Ramírez.

Vamos Juan, Vamos Juan, haz lo que puedas ayúdanos, da lo mismo. Me respondiste lo mismo, que había sido con el corazón. Sonrío. ¿Hace cuánto te conozco?, ¿hace cuánto que nos encontramos en la chamba? Sé que mientes pero no digo nada. Te caigo bien, siempre te gustó la radio. ¿Te acuerdas cuando estabas en la playa? ¿Y pasaron una noticia buena? Corriste sin rumbo. Agárrenlo que se mete al mar gritaba tu vieja.




El tiempo se moría, faltaban diez. Si ellos no ganaban, campeonaba otro. Si ustedes no ganaban perdían la categoría da lo mismo, te dijo el entrenador. Acabado te grito un alcanza pelotas. Lo miraste. Dale Ramiritos, dale Ramiritos. La media sonrisa de Dieguito Alcalde, el baboso de amistad condicionada, te regresaba al mundo real. Ni una sola indicación. Todo era más simple que antes. Aguanta, Juan, Aguanta…

Faltaban cinco. No te acuerdas cuántos centros del Unión rechazaste. Debajo de tu polo, Benjamín también respiraba. El abuelo te acompañó siempre. Ahora entiendo. Fue su corazón (el de él, ¿verdad Juan?) que hacía que te eleves sobre tu pierna izquierda, sobreviviente, y rechaces con todo, Con el corazón (el de él, ¿verdad Juan?) De frentecita, como decía Karina para referirse a tu pelada, ahora bendita.

¿No te acuerdas de ningún tiro de esquina? Te ayudo. Faltaban dos minutos. Gracián había conseguido un córner para ustedes. Garnero pedía que toquen en la esquinita para que se acabe. Da lo mismo. Vino a media altura, no pensé en nada, Tano (Dolorier), la centró y bueno, yo me tiré, gol. Estás asustado, repites lo mismo para todos. Nunca te habían entrevistado, nunca. Te molesta la luz de las cámaras, te tapas las lágrimas.

¿Del resto tampoco te acuerdas? Lo sé, es difícil ver algo con los ojos hechos agua. Llorabas como un becerro, en una pampa desierta, en un estadio mudo. También han venido, dijiste antes del partido cuando, entre tanta gente viste a 7 u 8 con la camiseta del Rentistas. Los van a comer vivos dijiste. Te trepaste al alambrado como pudiste. No tenías fuerza, el viejo te ayudo. Gol, Juan.

Como tú, que has decidido retirarte, de repente ya no quiero ser periodista deportivo. Es difícil entrevistar a alguien a quien estimas tanto, mucho más si es tu hermano. Y mucho más si mi equipo ha dejado ir el campeonato. Céntrala a media altura, habló tu corazón, dices a la tele. Mentira. Fue el corazón del abuelo, ¿verdad?

Caminas por última vez por el pasillo gris, te retiras. Un niño se acerca y pregunta si eres el Juan Ramírez que le hizo un gol al Santa Fe para el ascenso, respondes. Agradece. Se lo han contado, es muy pequeño para haberlo visto. El tiempo pasa, ahora tienes 36. Te abrazas fuerte a tu hermana que todavía te llama hermanito. Lloras por que te retiras, lloras por que todavía eres su héroe. No hay nada más que demostrar. Me preguntó cómo habrá sido tu despertar. Buenos días Juan Ramírez, quisiera ser tú.

MIS VACACIONES (in)UTILES

Posted by luis | Posted in | Posted on 5:17:00 p. m.

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1) Dibujo y Pintura ¿Para qué? ¿Hay alguien que te pueda enseñar a dibujar? ¿Será lo mismo que alguien te enseñe a escribir, o a respirar? En mi infancia no pensaba en eso, ahora tampoco, pero igual iba con lápiz, colores, lapicero azul y rojo, regla y transportador, todo finamente ordenado dentro de mi cartuchera (¡cartuchera!), bien peinado, bien lavado, todos los días a las nueve. Dizque a aprender a dibujar.

Me recibían en la “academia”, dos estudiantes de bellas artes, supongo, con cara de resaca de tres días. Primera lección: los colores primarios. Dibujar un triángulo amarillo, otro rojo y otro azul. Y los chibolos, felices, estaban aprendiendo a dibujar pues, mientras los pobres practicantes de profesores miraban con desesperación el reloj, para meterse urgente una sanadora fuente de ceviche ¿Aprendí? Que voy a aprender, nunca aprendí ni siquiera a valerle por mi mismo.



2) Karate, ¿Para qué? Yo nunca me he “mechado” tenía ganas de opinar, pero igual, ya desde finales de Diciembre estaba matriculado. ¿Estás nervioso? Le preguntaba a mi primo antes de ir al “dojo” (por que no era academia, era “Dojo”), con la esperanza que me dijera que sí, entonces mejor vamos a jugar fútbol le respondería, pero nunca estaba nervioso. Yo nunca me había mechado, pero el profesor no entendió. Y me “meché”.

Uno hace lo que puede pues, quería decir, cuando el achinado profesor (nos engañaba que era chino y contaba en chino para hacer los ejercicios) me gritaba (en chino) por no haberle podido pegar a un mocoso más chato que yo. En realidad si le di una patada. Pero el otro pendejo, puso cara de querer llorar, y cuando me acerqué a disculparme en medio del “kumite” (por que era Kumite, la babosada, no era mecha) se me tiró encima.

Si ahora te viera Javiercito (así se llamaba el babosón, pero le decían “Javi”) te parto la madre por maricón y traicionero. Como contaba, me acerqué a decirle, Disculpa hermanito, no quise patearte tan fuerte, pero fue tarde cuando descubrí su trampa. Se hizo el que iba a llorar para distraerme y patear mi inexistente trasero cuantas veces quiso. Yo no pude defenderme. Me dejé nomás, no vaya a llorar el mocoso.

3) Razonamiento Verbal. Para mejorar la caligrafía. Eso decía mi vieja. Para variar tampoco aprendí nada. Pasaba el tiempo en interminables diálogos imaginarios con mis compañeras de clase, a las que nunca dije ni una sola palabra, para luego ir corriendo a mi casa y encender la televisión. Si una gallina pudiera escribir, su caligrafía sería igual que la mía. Si la misma gallina estuviera ebria, su caligrafía sería mejor que la mía.

4) Marinera. Ahí si mejora un poco la cosa, por que me sirvió para conocer a mi, hoy casada y con un hijo, primera pareja de baile. Jessica. Me acompañaba en el eterno roche de bailar en las actuaciones. Ahora bailo marinera solamente cuando se acaba la fiesta y estoy lo suficientemente borracho, puedo decir que me salen unos pasos increíbles, de concurso. Ya me verán en el próximo FONGAL

¿Un buen recuerdo de mis vacaciones (in)útiles? La chica más bonita que cualquier párvulo idiota como yo, hubiera podido ver, cantando a voz en cuello una canción de duncan dhu apoyada en puerta del viejo INC-Cajamarca. Ojala hubiera sido cierto.