MIS VACACIONES (in)UTILES

Posted by luis | Posted in | Posted on 5:17:00 p. m.



1) Dibujo y Pintura ¿Para qué? ¿Hay alguien que te pueda enseñar a dibujar? ¿Será lo mismo que alguien te enseñe a escribir, o a respirar? En mi infancia no pensaba en eso, ahora tampoco, pero igual iba con lápiz, colores, lapicero azul y rojo, regla y transportador, todo finamente ordenado dentro de mi cartuchera (¡cartuchera!), bien peinado, bien lavado, todos los días a las nueve. Dizque a aprender a dibujar.

Me recibían en la “academia”, dos estudiantes de bellas artes, supongo, con cara de resaca de tres días. Primera lección: los colores primarios. Dibujar un triángulo amarillo, otro rojo y otro azul. Y los chibolos, felices, estaban aprendiendo a dibujar pues, mientras los pobres practicantes de profesores miraban con desesperación el reloj, para meterse urgente una sanadora fuente de ceviche ¿Aprendí? Que voy a aprender, nunca aprendí ni siquiera a valerle por mi mismo.



2) Karate, ¿Para qué? Yo nunca me he “mechado” tenía ganas de opinar, pero igual, ya desde finales de Diciembre estaba matriculado. ¿Estás nervioso? Le preguntaba a mi primo antes de ir al “dojo” (por que no era academia, era “Dojo”), con la esperanza que me dijera que sí, entonces mejor vamos a jugar fútbol le respondería, pero nunca estaba nervioso. Yo nunca me había mechado, pero el profesor no entendió. Y me “meché”.

Uno hace lo que puede pues, quería decir, cuando el achinado profesor (nos engañaba que era chino y contaba en chino para hacer los ejercicios) me gritaba (en chino) por no haberle podido pegar a un mocoso más chato que yo. En realidad si le di una patada. Pero el otro pendejo, puso cara de querer llorar, y cuando me acerqué a disculparme en medio del “kumite” (por que era Kumite, la babosada, no era mecha) se me tiró encima.

Si ahora te viera Javiercito (así se llamaba el babosón, pero le decían “Javi”) te parto la madre por maricón y traicionero. Como contaba, me acerqué a decirle, Disculpa hermanito, no quise patearte tan fuerte, pero fue tarde cuando descubrí su trampa. Se hizo el que iba a llorar para distraerme y patear mi inexistente trasero cuantas veces quiso. Yo no pude defenderme. Me dejé nomás, no vaya a llorar el mocoso.

3) Razonamiento Verbal. Para mejorar la caligrafía. Eso decía mi vieja. Para variar tampoco aprendí nada. Pasaba el tiempo en interminables diálogos imaginarios con mis compañeras de clase, a las que nunca dije ni una sola palabra, para luego ir corriendo a mi casa y encender la televisión. Si una gallina pudiera escribir, su caligrafía sería igual que la mía. Si la misma gallina estuviera ebria, su caligrafía sería mejor que la mía.

4) Marinera. Ahí si mejora un poco la cosa, por que me sirvió para conocer a mi, hoy casada y con un hijo, primera pareja de baile. Jessica. Me acompañaba en el eterno roche de bailar en las actuaciones. Ahora bailo marinera solamente cuando se acaba la fiesta y estoy lo suficientemente borracho, puedo decir que me salen unos pasos increíbles, de concurso. Ya me verán en el próximo FONGAL

¿Un buen recuerdo de mis vacaciones (in)útiles? La chica más bonita que cualquier párvulo idiota como yo, hubiera podido ver, cantando a voz en cuello una canción de duncan dhu apoyada en puerta del viejo INC-Cajamarca. Ojala hubiera sido cierto.

Comments (1)

Yo también fui alguna vez a una maestra particular de dibujo, y aprendí teoría del color, historia del arte, estilos pictóricos, etc, etc. Aprendí de todo, menos a dibujar, claro