31 preguntas sin respuesta (por ahora)

Posted by luis | Posted in | Posted on 11:54:00 a. m.

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1) ¿Por qué no evaluarán a los congresistas de mi país?
2) ¿Por qué los RBD nos seguirán atormentando con sus discos babosos?
3) ¿Por qué los malos nunca ganan en las telenovelas? Ahorraríamos diálogos tan profundos como, No puedo tener un hijo contigo Angela Marcela, estoy enamorado de Pamela Juliana, y nuestro amor es como una luz. Solamente un anormal podría decir eso, con lo apetecible que está Angelita. ¿Podrías ayudarme con las respuestas?


4) ¿Por qué Juan Román Riquelme no es peruano?
5) ¿Por qué la vida no es como en las películas, donde el intelectual y buena onda siempre se queda con la chica más bonita?
6) ¿Por qué Silvia habrá puesto mi dirección electrónica en su lista de correos no deseados? ¿Por qué no puedo olvidarme de MI Silvia?

7) ¿Por qué no podré enamorarme de nuevo?
8) ¿UTC volverá a la profesional?
9) ¿En realidad me levantaré todos los días a las seis y media de la mañana para hacer 60 abdominales?
10) ¿Me perderé todos los partidos de Boca Juniors por tratar de mantener mis dos trabajos?

11) ¿Seguirá pensando, la chica del hotel, que no valgo la pena?
12) ¿Ordenaré mi habitación alguna vez?
13) ¿Conseguiré beber el whisky que le gustaba a mi Janis Joplin?
14) ¿Iré al concierto de Eric Clapton en Lima?
15) ¿Quién habrá inventado en jabón líquido? ¿Para qué?

16) ¿Se me seguirá cayendo el pelo?
17) ¿Cumpliré alguna vez lo que prometo?
18) ¿Dónde habrá ido mi inspiración?
19) ¿Qué significa cuando a los solteros nos dicen “se te va el tren”?
20) ¿A dónde teníamos que ir en ese tren? Si ya se fue el tren ¿podemos ir en taxi?

21) ¿Paulo Coelho seguirá desperdiciando la poca madera y papel que quedan en el mundo para deleitarnos con sus “iluminados” escritos? ¿Por qué no se jubila?
22) ¿Aparecerás para rescatarme de mi cita de los viernes con la “frase secreta” de El Comercio?
23) ¿Quién escribe los diálogos de las telenovelas? ¿le pagan por eso?

24) ¿Ayudarán a alguien los libros de autoayuda?
25) Qué será más fácil, ¿envejecer sin madurar, o madurar sin envejecer?
26) ¿Lo revocarán al alcalde? ¿Quién es el alcalde? Qué, ¿teníamos alcalde?
27) ¿Terminaré de leer “El Quijote” antes del 2054?
28) ¿Por qué amanecerá tan rápido?

29) ¿Será verdad lo que me dijo la tía que me leyó las cartas?
30) ¿Dejará la gente estúpida de miccionar en las calles?
31) ¿Por qué a la gente de Estados Unidos le gusta ver gringadas cinematográficas como “Titanic”, “Cloverfield” o “el hijo del diablo”?

¿Te gusta?

Posted by luis | Posted in | Posted on 5:13:00 p. m.

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Me gusta cuando amanece nublado, pero no hace frío a pesar que parece que respiras agua. Salgo a caminar, solo como un hongo, solo como siempre. Las manos en los bolsillos, Alanis sonando en mi USB/multiuso, los zapatos empapados. Me gusta cuando Eric Clapton dice a todo volumen Bell Botom blues make me cry por enésima vez en el DVD mientras todos duermen... hay muchas cosas que me gustan.


Me gusta gritar el gol imaginario que hago con mi camiseta número cinco de Alianza. Me gusta escribir crónicas de ese partido que no publico jamás. Me gusta la Penny Lane de “Casi famosos”, y me gusta pensar que un día de estos me encontraré una chica así. Menos bonita, seguramente, pero con igual, o mayor gusto por la bohemia, y que le diré que es mi chica ideal y que su destino está para bien o para mal cruzado con el mío.

Me gusta hacer reír, con mis chistes cada vez más incomprendidos, a la gente que quiero. Me gusta que la cara me arda cuando me hecho contadas gotitas de cool wave de Gillette, después de afeitarme. Me gusta saber que puedo sostener una promesa, que acabará todavía a fines de mayo, pero acabará por fin. Me gusta el sonido que hace el lápiz cuando hago una X en cada domingo que logro mantenerme firme.

Me gusta ver como, poco a poco, el estante que compré para poner mis libros, se va quedando sin espacio. Me gusta descubrir revistas nuevas donde pueda enterarme de películas independientes, sitios a donde no va casi nadie y música que nunca sonará en la radio. Me gusta la sensación de bienestar que experimento cuando termino de ver con la compañía de mi sombra y en la absoluta soledad de mi cuarto, una película buena.

Me gusta no ser como los que siempre corren a donde revienta el cuete, me gusta ver partidos de fútbol aunque el partido sea de trabajadores contra desocupados, aunque no sepa quién está jugando, ni qué categoría es. Me gusta resolver la frase secreta de “El Comercio”. Me gusta ayudar a los borrachos que me encuentro por la calle, para lleguen tranquilos a casa. O al menos se suban sin vomitar al taxi.

Me gusta dormir abrazado a un peluche del Chavo del Ocho que me regaló mi súper cómplice. Me gusta dormir. Me gusta pegar en mi clóset, fotografías que tomo sin pretexto aparente. Me gusta el sabor de las hamburguesas de a sol. Me gusta la comida sin excepción, con excepción de la sopa de verduras, o la sopa de quinua, o el arroz con leche, o la sopa de repollo.

Me gusta mandarle correos electrónicos a la mujer que más amé en mi vida (“S” es “S”, el resto es el resto), aunque algo me dice que ha puesto mi dirección electrónica en su bandeja de correos no deseados. Me gusta una amiga de mi amiga que trabaja en un hotel que tiene aguas termales. Me gusta saber, con anticipación que ella no quiere nada conmigo. Así nos ahorramos el derrumbe de ciertos castillos de arena que tanto dolor provocan.

Me gusta cuando las chicas salen a bailar conmigo en las discotecas. Me gusta acordarme de algunas anécdotas que viví con amigos de infancia, me gustan todas las canciones de mi disco de Janis Joplin. Me gusta saber, bella y precoz compañera, que a tu lado todo es posible. Me gusta escuchar tu voz en mis sueños, diciendo te quiero. Say no more. Me gusta haber escrito esto de una sola vez, sin corregir.

No te vayas (carnaval)

Posted by luis | Posted in | Posted on 12:08:00 p. m.

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3 de Febrero 2008. 6.30 p.m. Acaba de terminar mi cita con la dentista que habla todo en diminutivo (necesitas otra horita para terminar de tapar la heridita). Hay diez o doce adolescentes que cantan sin parar, que estos carnavales, quién lo inventaría. No los conozco, en pocas horas la plaza de armas se llenará de desconocidos alrededor de botellas de dudosa procedencia, gritando que su bella Cajamarca es capital del carnaval.

4 de Febrero 2008. 00.30 a.m. Estoy solo. Luis es un buen amigo, pero mal borracho. Se ha embriagado y se ha largado sin decirme nada. Me he encontrado con dos o tres amigos más, me he propuesto regresar a mi casa cuando el sol nazca. La estoy pasando bien, he descubierto mi facilidad para el diálogo. Hago “amigos” nuevos con tal de no quedarme solo. No resultó la noche planeada, pero en fin. NO acostumbro hablar de mi vida privada, pero tenía que escribir esto.


Todo es mejor cuando no planeas nada. Planeas pasar la noche entre amigos, la pasas entre desconocidos. El ruido de la noche te contagia, te hace sentir seguro, pareciera que todos quieren celebrar contigo. Caminas una y otra vez por la San Martín, convertida en urinario público. A nadie le importa mear delante de ti, descubres a Larry fumando marihuana, te invita, fumas, la yerba no te hace efecto.

Larry se queda diciendo huevadas, alguien pregunta si tienes fuego. La reconoces. Muriel. ¿verdad? La del disfraz de ángel. Te tomé una foto, hoy, en el concurso de disfraces. Le cuentas que recuerdas un cuento de un alumno tuyo donde el personaje es Muriel. Está buscando a unas amigas, la han dejado sola. No estás solo. No vayas a casa, la invitas a tu grupo. Cantamos un rato y te acompaño.

4 de Febrero 2008. 02.30 a.m. La tienes abrazada. El primer beso ha sido casualidad. Le pusiste el brazo alrededor del hombro para evitar que se queme con una ceniza de cigarro. Te miró con sus malvados ojos negros, imposible no besarla. Te tocas los labios cada vez que te besa, imposible que esté pasando. Te mira sonriendo, le dices que no quieres que regrese a Lima, te mira sonriendo. ¿Vamos? ¿A dónde? ¿importa acaso?

Su hotel que queda frente a la Iglesia San Francisco. Has comprado un six pack, antes de entrar. La última vez que estuviste ahí, bebías sangría barata y escuchabas al baboso de Luis Fonsi. Patético, dice, y pone a todo volumen a Alanis. Esa es la canción que más me gusta. No dices más. Mientras se acerca, y te besa, deseas que la noche nunca se acabe.

Mientras se acerca y te besa, mientras deseas gustarle aunque sea un poquito, mientras besas su ombligo, mientras se agita abrazada a ti, mientras la vida se va en un suspiro, le agradeces por encontrarte esa noche. La tomas de la mano, no tienen sueño. No sé como te llamas, Noel, digo. No seas el lema de nadie, por que eres poesía, Noel, ha escrito en mi espalda. Escribe su número telefónico en la palma de mi mano.

4 de Febrero 2008. 04.30 p.m No has ido al corso. Has pasado la tarde resolviendo un sudoku, en su cama. Ella termina un trabajo para la univesidad. Alanis ha sonado toda la tarde. Casi se me de memoria la letra de Hands Clean. Mejor te vas, no vaya a ser que tu mamá te pegue, se burla por que todavía vivo en la casa de mis papás. Nos despedimos con un abrazo, me pide que cierre los ojos. Me regala el disco de Alanis. Dice adios. Su bus sale a las seis y media. Camino con las manos en los bolsillos, tratando de no mirar atrás. Recibes un mensaje de texto. Dos palabras, Te quiero