No te vayas (carnaval)

Posted by luis | Posted in | Posted on 12:08:00 p. m.




3 de Febrero 2008. 6.30 p.m. Acaba de terminar mi cita con la dentista que habla todo en diminutivo (necesitas otra horita para terminar de tapar la heridita). Hay diez o doce adolescentes que cantan sin parar, que estos carnavales, quién lo inventaría. No los conozco, en pocas horas la plaza de armas se llenará de desconocidos alrededor de botellas de dudosa procedencia, gritando que su bella Cajamarca es capital del carnaval.

4 de Febrero 2008. 00.30 a.m. Estoy solo. Luis es un buen amigo, pero mal borracho. Se ha embriagado y se ha largado sin decirme nada. Me he encontrado con dos o tres amigos más, me he propuesto regresar a mi casa cuando el sol nazca. La estoy pasando bien, he descubierto mi facilidad para el diálogo. Hago “amigos” nuevos con tal de no quedarme solo. No resultó la noche planeada, pero en fin. NO acostumbro hablar de mi vida privada, pero tenía que escribir esto.


Todo es mejor cuando no planeas nada. Planeas pasar la noche entre amigos, la pasas entre desconocidos. El ruido de la noche te contagia, te hace sentir seguro, pareciera que todos quieren celebrar contigo. Caminas una y otra vez por la San Martín, convertida en urinario público. A nadie le importa mear delante de ti, descubres a Larry fumando marihuana, te invita, fumas, la yerba no te hace efecto.

Larry se queda diciendo huevadas, alguien pregunta si tienes fuego. La reconoces. Muriel. ¿verdad? La del disfraz de ángel. Te tomé una foto, hoy, en el concurso de disfraces. Le cuentas que recuerdas un cuento de un alumno tuyo donde el personaje es Muriel. Está buscando a unas amigas, la han dejado sola. No estás solo. No vayas a casa, la invitas a tu grupo. Cantamos un rato y te acompaño.

4 de Febrero 2008. 02.30 a.m. La tienes abrazada. El primer beso ha sido casualidad. Le pusiste el brazo alrededor del hombro para evitar que se queme con una ceniza de cigarro. Te miró con sus malvados ojos negros, imposible no besarla. Te tocas los labios cada vez que te besa, imposible que esté pasando. Te mira sonriendo, le dices que no quieres que regrese a Lima, te mira sonriendo. ¿Vamos? ¿A dónde? ¿importa acaso?

Su hotel que queda frente a la Iglesia San Francisco. Has comprado un six pack, antes de entrar. La última vez que estuviste ahí, bebías sangría barata y escuchabas al baboso de Luis Fonsi. Patético, dice, y pone a todo volumen a Alanis. Esa es la canción que más me gusta. No dices más. Mientras se acerca, y te besa, deseas que la noche nunca se acabe.

Mientras se acerca y te besa, mientras deseas gustarle aunque sea un poquito, mientras besas su ombligo, mientras se agita abrazada a ti, mientras la vida se va en un suspiro, le agradeces por encontrarte esa noche. La tomas de la mano, no tienen sueño. No sé como te llamas, Noel, digo. No seas el lema de nadie, por que eres poesía, Noel, ha escrito en mi espalda. Escribe su número telefónico en la palma de mi mano.

4 de Febrero 2008. 04.30 p.m No has ido al corso. Has pasado la tarde resolviendo un sudoku, en su cama. Ella termina un trabajo para la univesidad. Alanis ha sonado toda la tarde. Casi se me de memoria la letra de Hands Clean. Mejor te vas, no vaya a ser que tu mamá te pegue, se burla por que todavía vivo en la casa de mis papás. Nos despedimos con un abrazo, me pide que cierre los ojos. Me regala el disco de Alanis. Dice adios. Su bus sale a las seis y media. Camino con las manos en los bolsillos, tratando de no mirar atrás. Recibes un mensaje de texto. Dos palabras, Te quiero

Comments (1)

Bueno, quien como tú; pero mejor como yo, que todo el carnaval lo pasé escribiendo.