USOS, ABUSOS Y COSTUMBRES.

Posted by luis | Posted in | Posted on 10:05:00 a. m.

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Mi nombre es Noel García y tengo mucha suerte. A propósito me involucro siempre en los mismos problemas. Mi abnegado ángel guardián tiene que abandonar, sueño, juerga o concierto, para acudir en mi ayuda. No abuses, me ha dicho. Le invito un Lucky Strike y le prometo que esta será la última vez. Lo ha escuchado otras veces, ambos sabemos que lo llamaré de nuevo en dos o tres días, a todo esto estoy acostumbrado.


Escribo. Es lo que hago más o menos bien. Es lo único que sé hacer. A menudo sueño, dormido, nunca soy lo suficientemente cursi para soñar despierto, con la presentación de mi libro. El suelo de la sala medieval cubierto cuentos míos, un par de dibujos que hizo mi compadre Lucho, inspirados en mis relatos, y yo frente a tres o cuatro gatos diciendo mil incoherencias. Aplaudan ociosos. Gracias.


Mi despertador suena a las seis y media de la mañana. Corro a apagarlo y vuelvo a la cama diez minutitos más. Total puedo hacer el trabajo en dos horas, no sé por qué tanta preocupación, si son diez minutitos más. A las siete y treinta me levanto desesperado, maldiciendo en tres idiomas mi falta de voluntad. No me va a alcanzar el tiempo. Mañana me despierto a las seis. No hay otra manera. Sí… claro.


Me he acostumbrado a romper promesas que hago con devoción de cura arrepentido. Me arrepiento a los tres segundos de no mantener mi palabra, pero es demasiado tarde, princesa, como diría el maestro Sabina. Cuando la vida se desquita con toda justicia y razón, no hay derecho a maldecir al viento. Véngate cuanto quieras, grito si algo sale mal. La vida siempre te pasa factura.


Envidio a quienes el cable muestra en los estadios de Argentina. Cómo será estar allá, pregunto. Intento adivinar la vida que tienen, en qué diablos estará pensando, el ambiente que se forma cuando Boca Juniors sale a la cancha, qué tendrán que hacer después, cómo serán sus familias. Tengo que ir algún día, tengo que conocer el estadio de Boca. Tengo que ir algún día, no una fecha definida, algún día.


Toco la guitarra. Creo que toco la guitarra. He dado, ya cinco o seis conciertos imaginarios, a los que solamente han asistido, mi computadora, todos los libros de mi estante y un peluche el peluche del Chavo del Ocho que me regaló una de mis superhéroes favoritos y se divirtió a rabiar con la selección de grandes éxitos que escuchó. Alanis Morissette, Oasis, BB, Duncan Dhu. Hay de todo, como en botica.


Camino hablando conmigo mismo. Soy despistado al extremo. Saludo en la calle a personas que estoy seguro, no he visto en mi vida. Cuando una chica bonita me saluda, me provoca decir, La verdad no sé de donde diablos te conozco, pero dejo que se pierda en la muchedumbre, con la esperanza de encontrarla otra vez o de acordarme quién es, no pasa ni lo uno ni lo otro. No sé manejar carro, No sé manejar mi vida.


Soy hincha de Alianza, no hay nada más bonito en la vida que gritar un gol de Alianza así estemos perdiendo como siempre. Me paralizo de miedo ante lo desconocido, me peleo conmigo mismo cada cinco minutos, me enamoro cada cuatro, no pongo las manos al fuego por mí, ni loco. Entro diariamente a este blog, esperando que tenga diez mil visitantes. Escribo en él, deseando que quien pase por aquí piense que el viaje involuntario y leer mis historias, ha valido la pena.


SUPLENTES

Posted by luis | Posted in | Posted on 10:25:00 a. m.

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No nos costó reconocerlo. El hombre de los mil problemas, caminaba hacia nosotros. Experimentando el delicioso dolor de regresar solo a casa. Noel y yo lo vimos después de tiempo, estábamos tomando una caja de cervezas en medio de la calle. Ya no había nadie en la fiesta, como siempre éramos los impresentables que se quedan hasta terminar la última botella, lo llamamos para que nos ayude.

Lo admirábamos por su manera de escribir, tenía una columna en el diario Panorama, que luego fue clausurada, El sabor de regresar solo a casa, eres un maestro, trataba de animarlo Noel, más eufórico que yo. La frase no es mía, es de una película, Vanilla Sky, respondió. Necesitas nuevos amigos, me dijo. Este, señaló a Noel, no sabe nada ni de cine ni de libros ni de nada, va a acabar con tu gusto por la literatura...

No reaccionó por que estaba demasiado borracho. Así es Noel, el alcohol puede convertir su lengua en un saco de cemento mezclado con saliva. A ver pues, entonces sorpréndeme con una frase tuya, dijo ya después de un rato, quiero aprender del tipo que mejor escribe en Cajamarca, gritó. Parecía que todo terminaba en bronca, el hombre de los mil problemas encendió su cigarrillo y largó la frase que hasta ahora nos persigue.

No escribo bien, tan solo soy un suplente de la literatura, soy un suplente de la vida. Y la verdad no me da ganas de ser titular. Apuró el vaso lleno de cerveza y después de botar la espuma, a su estilo, como nos decía, haciendo semicírculo con el vaso, se despidió, Gracias por el vaso. No nos quedaron ánimos para seguir molestándolo, lo vimos alejarse con las manos en los bolsillos.

Eran las diez y media. Me largo, dije, no llego a mi casa desde la tarde. Que tragedia, seguramente tu vieja va a sacar perros de búsqueda para saber dónde estás, ríel. No digo nada, por que es mi único amigo, y siempre ha sido así, irónico y seudo estúpido cuando toma. Debería estar borracho siempre, cuando estoy borracho pareciera que soy alguien, que me toman en cuenta.

Cuando los lunes sueño que me enamoro, y los otros días sueño que lo que soñé el lunes es verdad, creo que también me convierto en un suplente de la vida. Ahora está hablando solo, es su manera de hacer las pases. No le contesto, espero que termine el vaso de cerveza, me quiero ir. Y eso sin contar que me enamoro en cada fiesta que voy, y cada vez que me enamoro así, me duele. Te toca.

¿Me toca? Cuando me siento vulnerable ante mis propias consecuencias, cuando juro no meterme en líos y olvido mis juramentos, cuando me siento solo, creo que reservo mi lugar en el banco de suplentes, digo. Ya no quiero jugar. Una tu y una yo, punto. Para qué desenterrar nuestros lados oscuros, si siempre hemos caminado por la vida con ellos sobre los hombros. Sigue tú si quieres.

Cuando no sé que hacer, cuando no hay quien me tome en serio, cuando me siento sobrando en este mundo, creo que soy un suplente, dice. No respondo, se ha acabado la botella. Regresan a casa dos suplentes, que calientan el banco con la camiseta puesta, como dice una canción sonsa. Regresan a casa. Un Lucky en los labios, pensando en cuándo cobrarle a la vida, esos diez minutos que les debe para saltar a la cancha y jugar su mejor partido.

De Luis para Noel

Posted by luis | Posted in | Posted on 8:59:00 p. m.

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¿No es chévere cuando te encuentras con los mismos que aplanaron contigo, las calles, para escupir después el mismo charco de tinta al que has regresado después de estar, Bien hermanito, en buena chamba, sacrificado pero bien, y luego ellos te dicen que están bien, y que no pueden seguir conversando contigo por que su enamorada los espera, y tu ni enamorada, ni buena chamba, y más o menos nomás?

¿No es chévere cuando recuerdas a “G” tarareando una canción española diciendo que la vida es una mierda redonda, y tú corriges por que la canción dice, una piedra redonda y que tienes ganas de abrazarla y secar sus lágrimas? ¿En serio no te dan ganas de sonreír, al menos por compromiso, cuando intentas hacerla sonreír, mientras ella te mira de reojo y correr detrás de alguien que, obviamente, no eres tú? Por qué no lees todo lo que tengo que decir...



¿Qué estará pensando la gente que tantas veces ayudaste, o le “tiraste un centro” cuando como le dices y ahora mira las hormigas cuando, contra los mil demonios de tu voluntad pides algo, como quien no quiere la cosa, por que no es costumbre tuya andar pidiendo cosas? ¿No es chévere descubrir que nunca dirán gracias, ni te la debo, ni avísame cuando necesites algo? ¿No es chévere? ¿Ah? ¿Ah? Dime pues.

¿No es bacán descubrir que tienes karma suficiente como para desgraciarte la vida, pero, sabe dios quién será tu ángel guardián, que hasta ahora no pasa nada? ¿No es una experiencia, descubrir que el remordimiento te despierta a media madrugada y no tienes respuesta alguna para tu estupidez? Si dependiera de alguien más, mi ahora preocupado amigo, pagarías de una vez.

¿Y si nada falla en ti, y si no tienes suerte con la chicas, por lo del karma? ¿Y si eso del paquete, frase-canción-película, para comentar no es más que un anticuado plan de conquista que no resulta para nadie, mucho menos para ti? ¿Y si dentro de todos los malditos crucigramas que te acompañan el fin de semana, no contiene palabras para resolver de una vez tu destino? ¿No sería satisfactorio (¿satisfactorio?) descubrirlo?

¿No es bueno saber que no tienes que llamar, ni siquiera pensar en llamar, a la chica que conociste entre dos o tres jarras de vodka con jugo de naranja que, pagaste atentamente, antes de ir esa fiesta que te invitó, que terminó más o menos temprano? Te dijo que eras todo un caballero cuando la dejaste en casa, pero cuando llamaste al día siguiente su voz en su buzón de voz, fue tu mejor compañera.

¿Y qué tiene de malo? ¿Acaso no es más saludable saber todo, absolutamente todo, desde el principio? ¿Cuando dicen que no llames más, no te están ahorrando tiempo o dinero? Entonces pues ¿No seria bueno agradecer la claridad de las cosas? ¿No es bueno ser agradecido? ¿Hay que agradecer cuando nos brindan la posibilidad de ver una película independiente en el aburrimiento del sábado?

Por que te has acostumbrado a llorar sin mamar, por que te has jurado nunca dejar de escribir, aunque lo del libro, no avance ni recule, por que seguirás enterrado en montañas de crucigrama para encontrar las palabras justas que signifiquen, Te amo, por que quieres desesperadamente decírselo a alguien. ¿Acaso no es bacán preguntarte todo esto y descubrir que no tienes respuestas para tu vida? ¿No es chévere? ¿Ah? ¿Ah? Dime pues.