Cómo correr como maricón y seguir siendo macho.
Posted by luis | Posted in recuerdo | Posted on 11:54:00 p. m.

Me enamoré por primera vez a los 19. Silvia se llamaba y la acompañaba a todos lados. A estudiar; a almorzar (yo miraba y ella almorzaba) a tomar el bus; a su casa, en fin a todos lados. No sabía como actuar, nunca me había declarado a nadie. No sabía cuándo declararme, pero Leomar si sabía. Y para él, cinco años mayor, y ducho en la materia de seducción, era tiempo de actuar.
Ensayé toda la noche lo que iba a decir, y no recordé ni media palabra. Cuando ya no pudo huir de mí, me dijo que me quería como amigo. Cinco minutos después, Leomar, viejo zorro, la envolvía con sus palabras y le robó un beso. Me lo contó el chino Sáenz. Me emborraché con una cerveza esa noche.
Luego, las cosas no eran lo mismo, ni entre ella y yo, ni entre Leomar y ella. Una tarde conseguí acompañarla otra vez a casa. Planeaba insistir a ver si por fin se animaba, pero como en una mala película venezolana, cuando empezaba a vaciar sin vergüenza mi corazón, apareció Leomar y ella se confundió otra vez.
Quiero hablar contigo, dijo, él todo canchero, ella no quería y me pidió que no me fuera. Un ratito discúlpanos, ¿ya?, dijo Leomar. Ni me di cuenta cuando me empujó hacia un lado y quedé en medio de los dos. Silvia tratando de huir, y el otro hijo de mala madre, enredándola una vez más con sus palabras. Yo... rodando, rodando.
Cualquiera se hubiera ido para su casa, digo ahora. Cualquiera que tuviera un poquito de amor propio; cualquiera que sabe que pretextos como “estoy confundida” significan “no quiero absolutamente nada contigo”; cualquiera con un corazón que no sea de mantequilla; cualquiera que no tuviera vocación de payaso; cualquiera que no tuviera entre sus manos, la mochila de la chica que más le gusta y que ahora conversa con su rival.
Pasó un minuto. Dos. Tres. Diez. Me quedé como un cojudo mirando una discusión que ya sabía como iba a terminar. Si estas ocupada vuelvo luego, me atreví a interrumpir dos veces (DOS, sí, dos). Ella pedía que me quede. Nunca supe para qué. Le devolví la mochila y me fui, por primera vez, rumiando un mal amor, sin mirar atrás.
Que cojudo, digo ahora. Habrá estado bien que me haya largado, o debí luchar por el amor, me pregunto también. Diez años después, ella tiene una hija y me ha evitado más de una vez. Él no terminó la carrera, y murió en una balacera donde coca y otras pastas tapizaban el suelo, no es cierto, pero un final así se merece.
Este recuerdo ha vuelto ahora que la que no quiere nada serio conmigo regresará y, seguramente llamará cuando se le antoje. La verdad no quiero verla, pero aún , no se que haré. Podría que darme parado imaginariamente en alguna esquina de mi desconsuelo, esperando que se anime a quererme, o dar media vuelta y caminar hasta el bar más próximo, y pedir un litro de cerveza, mientras escucho una de cerati que me haga recuperar las fuerzas.
¿Qué hago, estimado lector que (no sé por qué) nos acompañas? El video es de Cerati. Adios es la canción. La luna se ve así desde el parque de las declaraciones ¿Fui un maricón por no defenderla del viejo zorro verborréico? ¿seguiré corriendo?
El pasada no existe, solo el presente.
Si vas a mirar atrás, mejor que sea para aprender a no volver ha hacer lo mismo que te reprochas.
Es mejor equivocarse, cagarla, hacer el ridiculo y decir lo que uno piensa, que siempre pensar en que hubiera pasado si lo hubieras dicho...
Arrepentirse de haberse arrepentido es lo peor!
¿y a quién no le apso algo asi? muchas veces intente declararme a algun chico pero siempre terminaba por espantarlo. La última vez lo hice sin pensar ni planear y hasta ahora es como si fuera la primera vez.
Me gusto leerte y lo seguire haciendo.
Esas cosas nos sirven mucho para madurar, ya para saber que hacer en otra oportunidad similar, y a veces tal vez, para nosotros hacer el papel de aquel zorro que un tu historia comentas... muy interesante, a todos nos pasa,,,sino que nadie se atreve a decirlo...
buena la historia y creo q todos nos identificamos con ello; tenia 20 cuando me paso algo parecido, lejos de atraer a la mujer q amaba la espante de la manera mas absurda y estupida posible; desde esa vez nuestra amistad ya no es la misma, y odio el vino
Lo ideal hubiera sido defender tu causa; pero dice carolina, hay q aprender de nuestros errores
y otra cancion para este post seria: Me acuerdo cantada por Supersonicos
Tiene una cosa de tristeza tu post, a pesar del tiempo transcurrido. ¿duele ese amor todavía?