Mírame...

Posted by luis | Posted in , , , | Posted on 1:01:00 p. m.


Mírame bien la cara, por que te estoy puteando me decía la jefa que nunca estaba conforme. Solíamos ser amigos. Algo debí sospechar cuando me tiró infinitos salvavidas durante la entrevista de trabajo. No era que yo resultaba indicado la chamba, es que nadie quiere trabajar con ella, y era el último candidato. Ingenuo fui y caí en su neuralgia. Todo fue cuesta abajo.

Nunca me había costado tanto trabajar. La oficina queda cerca de casa, pero la distancia se hacía enorme, el tiempo se hacía enorme, el aire era inexistente. Ahora cuando paso por ahí, no alzo el dedo medio, mentando mil diablos, nunca tuve ánimo para eso, ni siquiera cuando ponía equis en los días al calendario para saber cuánto tiempo faltaba para el fin del contrato. No soy vengativo...

Ahora que acabó el curso en Trujillo, me acordé de esa chamba. No regresaré en buen tiempo, incluso no fui al último día de clase. Iban a revisar los trabajos finales, pero luego de revisar el mío decidí no hacerlo, total no era obligatorio para mí. Mi asesor todavía no sabe, así que supongo que causaré algo de molestia, pero no pienso cambiar de idea.

Mírame la cara por que me estoy despidiendo, decía en voz baja mientras vagaba por la ciudad, mirando por primera vez a quien vería por última vez. Voy a desconectar mi teléfono para que nadie me llame, dije...já. Según yo me iban a llamar para ir a juerguear ¿quién? Hasta ahora me pregunto. Si a las a las justas me hablaban dos o tres personas.

Todo parece mejor cuando estás a punto de despedirte. No hice nada fuera de lo común. Fui a mi universidad, no encontré a nadie ni siquiera me encontré a mí en la placa recordatoria por mi graduación, que cada día está más borrosa. Una prueba más que soy un fantasma, que fui un fantasma y que mi timidez me seguirá jugándome malas, buenas, y todas las pasadas posibles.

Mírame bien la cara, por que es la última vez que grito un gol en tu bar, le dije al tío Lucho. Te invito una cerveza, me dijo sin saber que me estaba despidiendo, a veces las despedidas traen primeras veces. Era la primera vez que iba a salir a tomar con un amigo que no veía hace años, pero se quedó dormido. Era la primera vez que me despedía de Karen, pero, para variar, no la pude ver.

Siguiendo la huella de mis pasos perdidos llegué al centro comercial. No se me ocurrió mejor idea que gastarme la plata de las converse en un par de libros. Cuando uno se despide hay un aire en el ambiente que te obliga a homenajearte de la mejor manera posible. No me gasté lo de las converse, me gasté todo el sueldo en CDS, un par de libros de Javier Marías y otras cosas.

Soporté al final del domingo un viaje casi interminable en el bus de siempre. Era la última vez, no había razón para renegar. Desperté casi en Cajamarca, con la frase en mi mente. Vino sin invitación, y sin razón aparente se la diré a quien me dijo que no estaba preparada para una relación seria. Mírame bien la cara, te digo desde ahora, por que es la última vez que me ves.

Comments (1)

q despedida tan dramatica; si ps la timidez genera malas y buenas pasadas asi como tambien genera perder oportunidades de las cuales nos arrepentimos despues de haberlas perdido; no eres un fantasma, lo q pasa es q no quieres dejarte ver

con unas chelas y musika se arregla, o pretendemos corregirlo