Te apuesto

Posted by luis | Posted in | Posted on 8:53:00 a. m.


Te apuesto que no le pides su teléfono, te apuesto lo que quieras. Es tan facil. La has acompañado toda la tarde, ha reído con tus chistes, ha pensado que eres buen chico. Quiere que le pidas su teléfono, ha puesto cara de pídeme mi número. Los dos sabemos que no lo harás, te mueres de miedo, te despedirás maldiciendo no haberlo hecho. Lo peor es que cuando la vuelvas a ver, nada será igual. No harás nada, te apuesto...



Te apuesto que este mes no tienes vacaciones. Claro, con la falta que haces en el trabajo, te han vendido la idea que eres muy necesario. Ahora resulta que eres necesario. Has planeado tus vacaciones mientras ves que todos en la oficina se largan por quince, veinte días. No te atreverás a pedir vacaciones y te quedarás maldiciendo, por supuesto a todos los que se fueron y te encargaron sus tareas, te apuesto.

No vas a sacar a bailar a la bailarina de la orquesta, te apuesto. Estás lo suficientemente borracho para hacer cualquier ridiculez, pero te da miedo que el de seguridad del antro mal oliente al que vas, te saque. Ya sería el colmo. Tus amigos se rien, el local da vueltas, te desafían. El local huele a algo irreconocible. Te quedarás en tu silla aceptando burlas, reirás un rato, pero igual maldecirás. Te apuesto.

Te apuesto que no sales este fin de semana. Llegarás a casa luego de una semana de rogar a todo lo sagrado estar ahi, querrás llamar a tus amigos para ir a “carnavalear” como se debe. Tal vez conozcas a alguien interesante (¿en carnaval?). Pero llegarás a casa y te “sentirás cansado”, pondrás una pellícula independiente en el DVD y listo. El domingo toca fútbol argentino así que no irás al cine. El otro viernes será igual, te apuesto.

Te apuesto que si consigues con quien salir, te van a dejar plantado. A último momento dirás o harás algo que no de más remedio a tu cita, que no contestar el teléfono. Preguntas donde la recoges, nunca digas Te llamo, cuántas veces te he aconsejado. Terminarás maldiciendo las llamadas que según tú no entran, siempre maldices y dirás que la culpa no es tuya, te apuesto.

Te apuesto que no harás el viaje que has estado planeando. Quince días diciendo que te vas, que te vas, pedirás un maldito día en el trabajo, te lo darán ¿para qué? Para que a último momento digas No voy, tengo que hacer. Te mirarán con mala cara mientras parten, mientras te quedas maldiciendote por hacer siempre lo mismo, por no tener valor para casi nada. Te apuesto.

Te apuesto que tu día irá cuesta abajo nuevamente. Uno tiene buenas intenciones, se entusiasma, claro. Pero te apuesto que dejarás que el día se caiga a pedazos, que no harás nada por hacer realidad tus planes. Siempre es lo mismo. Planes un momento, dudas todo el día. Te aferrarás a la rutina de siempre. Te gusta la seguridad, no arriesgas ¿para qué? Eso no sirve, dirás. Te apuesto.

Te apuesto que no harás ejercicio, ni esta mañana ni nunca. Te has comprado la máquina de hacer abdominales por las puras. Harás sesenta hoy y luego dejarás que se pudra debajo de tu cama, total, nunca barres ahi. Prefieres dormir, quién en su sano juicio compra cosas para no usarlas, solamente tú. Te quedarás en casa maldiciendo a todo aquel que salga en la tele. Siempre haces lo mismo. Te apuesto

Voy a perder la apuesta carajo. Voy a perder la apuesta y lo que más me duele es que aunque no me guste, aunque sepa que es inútil, sigo apostando Estoy tratando de buscar al tipo ese que aparece del otro lado de mi espejo para decirle que me deje en paz, que de verdad, ya estuvo bueno, ya aprendí la lección. Siempre, pierdo. Nunca me atrevo a nada, nunca.

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df