Yo sí quiero
Posted by luis | Posted in | Posted on 11:00:00 a. m.
Subimos hasta la azotea de mi casa, al menos eso cuentan. Ese día descubrí la magia de la luz. No existían centros comerciales donde subir a trenecitos, ni a muñecos tragamonedas. Antes todo era más facil, encotrábamos la belleza en las cosas más simples y pequeñas. Descubrí la magia de la luz. Subimos a la azotea, Mira, un arcoiris, me dijo y fui feliz. Empecé a ser feliz a su lado...
Debe ser dificil, muy dificil gritar los goles de un clásico en silencio. Sobre todo si se sabe que soy de Alianza y la “U” (qué es eso) va ganando y faltan dos minutos para que se acabe. Queda rogar que el camino se haga más pequeño y no decir nada que me engorile ese momento. No importa, por que este año igual campeona Alianza, alcanza a decir. Quien pudiera tener tanta paciencia.
No es necesario ser arquitecto o constructor para trazar las carreteras más rápidas del mundo, él lo sabe. Como no va saber si pasó gran parte de su vida, estirando su corazón hasta el límite, para no sentir la distancia que lo separaba de su familia, todo por ser mejor cada día. Apretar los dientes y marcar con “X” el calendario. Ya falta poquito para volvernos a ver, habrá pensado.
Sabe que escribo en el diario, pero no creo que haya leído, completa al menos, alguna de mis columnas. Lo he sorprendido tratando de pasar rapidito la página donde aparece mi foto con cara de baboso, sobre las sandeces que escribo. Él es seguidor de Vargas Llosa, dice de mi, cuando le preguntan quien es mi escritor favorito. No sabe que soy fanático de Saramago, pero a personas como él, siempre le disculparé todo.
El fútbol siempre ha tendido entre nosotros, un lazo invisible. Mi maner de ser, no es por su culpa, como todos piensan. Dudo que sea capaz de gritar un gol trepándose al alambrado de la tribuna, cosa que he hecho sin vergüenza, pero creo que pese a la edad que tiene, ganas no le faltan. Lo más bonito que hay en la vida es el fútbol, pienso. Es una linda oportunidad para conversar con él, sin enojarme tontamente por todo.
Contó que solamente una vez se peleó en el colegio. Se mechó y le pegaron, no le pegaron duro, pero le pegaron. No le importó mecharse, al menos de boca, con todo el mundo, cuando intentaron traerme abajo. No metió puñete, pero se puso delante de mí, para decir, A ver pues, se meten con él, se meten conmigo. De eso no me olvidaré nunca, a pesar de las diferencias que siempre tenemos, por mi terquedad y orgullo.
Va a sonar a frase hecha, pero yo si quiero ser como mi viejo. Todos lo dicen, pero cuando pasan los años ya no es tan cierto. Quisiera tener la vida que tuvo él, que alguien me mire con los mismos ojos de amor que lo mira mi vieja, en fin, ganarme aunque sea la mitad del respeto que a él le tienen. Y si es verdad lo que dice mi sicóloga, que tengo doce años de edad mental, de veras quiero ser como mi viejo, cuando sea grande.
Me ha gustado mucho, este blogg, es lo mismo que me gustaría decirle a mi viejo, gracias por darme las palabar exactas para decirle eso.
Edwin Aliaga