Los amigos, la familia, los amores (y los desamores) son tal vez las verdaderas cosas buenas de la vida...

oh... qué tierno.

son las cosas que nos hacen superar los malos ratos, pensar en aquellos que queremos.

La vida está llena de cosas bellas. Lástima nuestra tendencia a mirar lo que nos falta. Quien tiene el amor de un niño y de un perro, como obviamente es tu caso, ya lo tiene todo. Ninguno de ellos sabe de cálculos ni conveniencias. Te aman de verdad y para siempre. Un beso Graciela