CERRADO POR REMODELACION

Posted by luis | Posted in | Posted on 10:33:00 p. m.


Fecho esta carta con fecha abierta y la dirijo abiertamente a todos los habitantes del país del Discúlpame, no quise hacerlo. Sea como fuere dejo manifiesto mi malestar y me veo en la involuntaria obligación de cerrar temporalmente, y entre no muchas lágrimas, el escaso sentido común que me servía para mantener relaciones más o menos cordiales con la sociedad.

Harto que mis buenas maneras, recién estrenadas, suenen a chino u otro lenguaje desconocido para la gente “común y normal”, me niego rotundamente a saludar a quien no entiende el significado de la palabra por favor (son dos palabras en todo caso), y si estas en un restaurante, te miran con uuuuuuuuna pereezaaaaaaaaa, te atieeeeeeeeenden con unaaaaaas gaaaaaanasssssss. Mi paciencia señores, está en remodelación...



Me encuentro cada cinco minutos con personas que piensan que las cosas más placenteras y durables se consiguen gratis, A ellos digo que ya no tengo más politos, más lapiceros, más calcomanías, ya no tengo cinco luquitas que me sobren. Entiéndanme, estoy un poco cansado de escuchar, Don Raulito ¿no le sobra un polito por ahí? Ya pe don Juan Carlitos, regáleme aunque sea su lapicero. Ni siquiera saben mi nombre.

Están cerrados también mis ojos, por que no quiero ver más la imagen en el espejo que pregunta invariablemente, por qué no hice nada el fin de semana, por qué no salí con nadie. No tengo nada que decir al respecto, la pregunta la estoy haciendo también de este lado de la realidad, y como el espejo no habla, me canso de esperar, y si pudiera hablar, no haría caso.

Clausuro, o cierro mis oídos, casi convencido que es muy, muy difícil encontrar palabras sinceras que digan No en serio y se evite construir pretextos vanos, irreproducibles inverosímiles, y por demás increíbles que me esfuerzo patéticamente en comprender, o lo que es peor, convencerme que son verdaderos. Tan fácil que es decir la verdad, tan bonito es creerse las mentiras, a veces, sobre todo cuando conviene.

Dejo a salvo mis manos, por que, a punta de repetirlo, hay quienes gentilmente me han hecho saber que tengo cierto, muy pequeño, talento para la escritura. A fuerza de repetirlo para mi mismo, he tenido que creérmelo. Y la idea es mas fuerte que las ganas de algunos de no verme más en estas páginas, dejo al salvo mis manos por que disfruto molestar a quienes no quieren verme, o leerme más.

Cierro parte de mi vida, parte de mis recuerdos, corrijo, por que no he encontrado manera alguna de asesinar con sangre fría los nubarrones que cubren mi aparente calma en un dos por tres y me regresan irremediablemente al espantoso, oscuro y ya conocido remolino de caos e indesición, íntimo compañero de mis pensamientos, cuando la noche cae, sin que haya certeza alguna de saludar nuevamente al día.

Las cosas no ocurren como fueron, ocurren como las recordamos, dice Alonso Cueto, creo, en alguno de sus libros. Clausuro entonces mi pasado y me recuerdo feliz, seguro de mi mismo y con todo el talento posible para comunicarme con quien sea. Clausuro mi pasado y me recuerdo lleno de confianza hacia quienes negué pedir ayuda. Me recuerdo feliz, ya lo dije.

Cierro, clausuro casi todo, como ves. Y si pretendes, muchachita de ojos tristes y sonrisa fácil que toque nuevamente tu puerta y sostenga en mis tímpanos la voz aguardentosa de tu mami, elaborando miles de pretextos para esconderte detrás de la puerta, pierdes tu tiempo extraña princesa (¿como la de sabina?) tendrás que buscarte otro perro que te ladre. Para ti, mi corazón está temporalmente (para siempre quisiera decir, pero no puedo) cerrado por remodelación

Comments (0)