Me Odio
Posted by luis | Posted in | Posted on 7:26:00 p. m.
catársis antes del viaje a Celendín que no hice despues de decir que si iba
¿Por qué me odio? Me odio por siempre decir SI cuando quiero decir NO. Me odio por quedarme en casa mientras todos mis amigos parten hacia un viaje que juramos hacer juntos. Me odio por ser extremadamente egocéntrico e indeciso. Me odio por no poder parar la pelea entre inseguridad e indesición que rodea mi cerebro. Me odio por que en mi diccionario la palabra indesición tiene como ejemplo mi nombre.
Me odio por que me creo “buena gente” o “bien portado”, pero dentro de mi corazón guardo un odio gratuito por personas que no lo saben. Me odio por creerme superior a quienes tildo de “patanes”, pero termino actuando como ellos. Me odio por pensar que soy mejor persona que quienes se ganan mi mala vibra. Me odio por hacerme el ofendido cuando las personas a quienes hice daño no me hablan.
Me odio por ser soberbio, por no saber pedir disculpas a tiempo, o pedirlas cuando el daño está hecho. Me odio por decir cosas sin pensar, que no es lo mismo que odiarme por decir cosas que no pienso. Me odio por desear ser reconocido, por querer entrar al sitio de moda y que todos me señalen. Me odio por que no soy reconocido, me odio por que quiero ser reconocido, pero prefiero la puerta cerrada de mi habitación.
Me odio por haber rechazado sin sonrojarme, las inmensas cantidades de cariño que mi familia siempre ha querido darme, aunque todos (menos yo) saben que sufro de una necesidad infinita de abrazos que demuestren que todavía puedo ser querido por alguien. Me odio por no confiar en mí a pesar de todas las oportunidades que me he sorprendido gratamente. Grata e increíblemente, podría decir.
Me odio por ser incapaz de mantener una conversación decente sin decir estupideces o sin pretender ser divertido. Me odio por estropear noches que tranquilamente pudieron salvarse. Me odio por no saber que decir frente a la chica que me gusta y preciarme de ser una persona con la que es posible mantener una buena conversación, siempe y cuando, claro, el amigo Joaquín Sabina, me (nos) acompañe.
Me odio por no saber decir Te amo frente a frente y escudarme en una estúpida llamada telefónica. Me odio por decir que no tengo miedo cuando en realidad estoy temblando como una hoja seca. Me odio por bajarme del bus que me iba a llevar hacia donde no conozco, solo con el pretexto de esperar en la ciudad a alguien que sé no va a llegar. Ni para carnavales, ni para corpus, ni para semana santa, ni para mi 95avo cumpleaños.
Me odio por tener un cuaderno/diario azul, donde todos mis demonios internos corren libremente y no ser capaz de terminar sus páginas. Me odio por intentar ser escritor y no haber buscado una editorial que sea lo suficientemente irresponsable para publicar lo que escribo. Me odio por tener una guitarra con las cuerdas rotas. Si nunca he podido tocar con seis cuerdas, menos puedo tocar ahora con tres.
Me odio por creer que Alanis Morissette tiene un alma gemela oculta en mí y malgastar mi tiempo buscándola. Me odio por tener un angel (¿o diablo?) guardián llamado Janis y no conocerlo, ni siquiera sé si existe. Me odio por creer que escribo bien, y que dentro de un momento, al terminar este párrafo, estarás sonriendo y aplaudiendo ante este charco de tinta que nada en el papel.
Me odio por que me creo “buena gente” o “bien portado”, pero dentro de mi corazón guardo un odio gratuito por personas que no lo saben. Me odio por creerme superior a quienes tildo de “patanes”, pero termino actuando como ellos. Me odio por pensar que soy mejor persona que quienes se ganan mi mala vibra. Me odio por hacerme el ofendido cuando las personas a quienes hice daño no me hablan.
Me odio por ser soberbio, por no saber pedir disculpas a tiempo, o pedirlas cuando el daño está hecho. Me odio por decir cosas sin pensar, que no es lo mismo que odiarme por decir cosas que no pienso. Me odio por desear ser reconocido, por querer entrar al sitio de moda y que todos me señalen. Me odio por que no soy reconocido, me odio por que quiero ser reconocido, pero prefiero la puerta cerrada de mi habitación.
Me odio por haber rechazado sin sonrojarme, las inmensas cantidades de cariño que mi familia siempre ha querido darme, aunque todos (menos yo) saben que sufro de una necesidad infinita de abrazos que demuestren que todavía puedo ser querido por alguien. Me odio por no confiar en mí a pesar de todas las oportunidades que me he sorprendido gratamente. Grata e increíblemente, podría decir.
Me odio por ser incapaz de mantener una conversación decente sin decir estupideces o sin pretender ser divertido. Me odio por estropear noches que tranquilamente pudieron salvarse. Me odio por no saber que decir frente a la chica que me gusta y preciarme de ser una persona con la que es posible mantener una buena conversación, siempe y cuando, claro, el amigo Joaquín Sabina, me (nos) acompañe.
Me odio por no saber decir Te amo frente a frente y escudarme en una estúpida llamada telefónica. Me odio por decir que no tengo miedo cuando en realidad estoy temblando como una hoja seca. Me odio por bajarme del bus que me iba a llevar hacia donde no conozco, solo con el pretexto de esperar en la ciudad a alguien que sé no va a llegar. Ni para carnavales, ni para corpus, ni para semana santa, ni para mi 95avo cumpleaños.
Me odio por tener un cuaderno/diario azul, donde todos mis demonios internos corren libremente y no ser capaz de terminar sus páginas. Me odio por intentar ser escritor y no haber buscado una editorial que sea lo suficientemente irresponsable para publicar lo que escribo. Me odio por tener una guitarra con las cuerdas rotas. Si nunca he podido tocar con seis cuerdas, menos puedo tocar ahora con tres.
Me odio por creer que Alanis Morissette tiene un alma gemela oculta en mí y malgastar mi tiempo buscándola. Me odio por tener un angel (¿o diablo?) guardián llamado Janis y no conocerlo, ni siquiera sé si existe. Me odio por creer que escribo bien, y que dentro de un momento, al terminar este párrafo, estarás sonriendo y aplaudiendo ante este charco de tinta que nada en el papel.
Wow parece ke lo hubiera escrito yo pero el tuyo es mas poetico, de ehcho tome una frace tuya y la puse de mi nick jeje.
Bueno Gracias por escribir tan chido apesar de no ser una carta motivacional o un poema de amor me gustaria imprimierlo y pegarlo en mi cuarto es un himno a mi vida.
bueno chau
atte. pete*
Tiene 32 años, yo solo 17, ¿por qué me siento tan terriblemente identificada?
Me apunto su nombre, para que cuando tenga su libro le reconozca.
te deberia cobrar regalias por escribir sobre mi vida!!!! jajaj saludoss esta exelente el escrito
guau me siento tan identificaso
apenas lo lei senti que me conosias y por eso lo havias escrito
es algo triste sntirse asi
ya somos 2 que nos odiamos por cosas muy similares...
Yo tambien me odio aunque a veces todavia sea capaz de sonreir.
Un abrazo para todos!
esto va para la de 17 años... quizas te sientes identificada por que lo que este tocayo mio escribe, es exactamente igual que lo que piensa un adolescente...
vamos tio arriba esos animos... y mas si ya vas para 33... no estamos para perder el tiempo en chiquilladas... escribo esto por que soy un frustrado de la vida... y tengo que desfogarme de alguna manera... si... lo se... es deprimente...
es lo mismo q me pasa sino q yo me kiero morir rapido...........
Ok. no sé cuando leerás este comentario porque veo que la entrada es muy vieja.
Tu blog es la cosa más extraña que me ha pasado el día de hoy.
Yo amo Alanis Morissette y buscando cosas de ella en la web vine a parar aquí, en tu blog, en tu entrada, luego, 23 palabras después de ''Alanis Morissette'' veo escrito mi nombre en el texto (así es, mi nombre es Janis). Me quedé paralizada como unos 5 segundos, o algo así, creí que había gente que me espiaba detrás de tu blog, qué alguien me gritaría al oído ''¡caiste!'', (o algo así). Leí el nombre como 7 veces para asegurarme de que estaba escrito igual que el mío, digo, me llamo Janis, no María o Ana.
Después vi que tenías una entrada llamada Janis, en ese momento mi cara se debió haber visto aún más idiotamente sorprendida. Todavía no puedo dejar de pensar ''¿QUÉ?''.
Sólo te escribía para decirte eso, quizá no te importe porque es obvio que yo no soy esa Janis, creo que nisiquiera vivimos en el mismo país. pero sabes no estoy acostumbrada a ver mi poco común nombre en el blog de gente desconocida que también escucha alanis morissette.
Ah! por cierto, me alegra saber que no soy la única persona egocéntrica y al mismo tiempo indecisa; dejando a un lado la extraña parte de Alanis M. y mi nombre, tu entrada me gusta, te podrás haber dado cuenta de que todos somos iguales a la hora de sincerarnos con nosotros mismos y expresar lo que sentimos. Al igual que una chica que comentó, yo tambn tengo 17 (aunque supongo que ya ella debe tener más edad ahora) y me sentí identificada con esto.
me siento tan identificada con tu entrada, y parece que no soy la unica
en mi caso el motivo es diferente, peor...
me gustaria decirte que me gusta como escribes ^^ aunque no sirva de mucho
La verdad no se cuando hiciste la publicacion pero encontre el nombre del problema que tu y yo tenemos, es una enfermedad psicologica llamada "BORDERLINE" y creo que tiene solucion, espero...
Que buen texto, creo que toda persona insegura pasamos por las mismas típicas cosas de la vida
Vaya, es casi increíble la forma en que nos identificamos, en tantísimas cosas (y creo que a todos, o la mayoría de aquí. Puedo decirte, Lui, que yo también me odio.
Yo me odio por no tener la capacidad de dejar de mentir a la persona que sé que me ama y daría la vida por mí! Éso solamente ya me hace horrible y detestable!